Prepararlos para las visitas al hospital y centros de tratamiento
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El tratamiento suele venir acompañado de visitas breves pero frecuentes al hospital, ya sea solo por un día o para procedimientos que requieran un ingreso. El hospital puede ser un lugar extraño para cualquier persona y en especial para los pequeños. Quizás les preocupe que sus hijos se asusten al ver a los pacientes en el hospital o durante el tratamiento. Si alguno de los padres tiene cáncer es probable que les preocupe estar lejos de su hijo/a.
Pregunten a sus hijos si quieren acompañarlos al hospital. Si no quieren, no insistan.
En cambio, si desean ir con ustedes, es necesario que les preparen para la visita.
- Antes de entrar en la habitación, expliquen lo que pueden encontrarse: los equipos, los olores y ruidos de la habitación, el aspecto de los pacientes (tubos, vendajes, bolsas de orina, etc.) y quiénes son los miembros del equipo médico que entran a consultar el estado de los pacientes.
- Pueden hablar con el equipo médico para que enseñen fotografías a sus hijos o les dejen ver el equipamiento médico en una habitación vacía antes de visitar al hermano enfermo.
- Si sus hijos no tienen ganas de ir al hospital, durante la primera visita pueden limitarse a enseñarles la recepción. Los niños deben saber que no pasa nada y que si lo prefieren pueden llamar por teléfono o escribir una tarjeta.
- Sus hijos deben decidir el tiempo que quieren pasar en el hospital. Los más pequeños suelen aburrirse rápidamente y querrán marcharse pronto. Para entretenerlos, pídanles que les traigan algo de beber o compren una revista.
- Inviten a amigos o familiares. Pueden ocuparse de su hijo/a fuera de la habitación si está agobiado y pueden llevárselo a casa cuando tenga ganas de irse.
- Lleven pinturas, libros o juguetes para que se entretengan. Los más mayores pueden jugar a las cartas o juegos de mesa con ustedes. También pueden ver la televisión o escuchar música juntos.
- Si el ingreso va a durar más tiempo de lo previsto, pueden pedir a los niños que decoren la habitación con fotografías o dibujos.
- Tras la visita, pueden preguntarles cómo se han sentido y si tienen alguna duda.
- Pidan ayuda al equipo médico. Sus médicos y los trabajadores sociales del hospital conocen a la perfección las necesidades de los niños en esta época tan difícil y pueden hablar con ellos si es necesario.
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